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Sunday, 17 September 2017

“Arrojar luz sobre el erotismo”

El dr. Gabriel Femopase es ginecólogo y sexólogo. Recorre el mundo realizando operaciones y conferencias, compartiendo su brillante visión del sexo y educando para una vida más sana. Recibió a Coterránea en su casa de Las Delicias para ayudar a sacar a la sexualidad de entre medio del polvo.
“Soy un sexólogo interesado en las biografías”
“El sexo no es los genitales a los que lo hemos reducido. Es un hecho biográfico y no biológico”. Toma la precaución de empezar la charla aclarando esta palabra crucial, concepto tanto tiempo confundido. Para explicarla, se remite a su raíz griega y, como quien cuenta un cuento a un niño, relata cuando en los orígenes del tiempo los humanos eran criaturas mitológicas de dos cuerpos unidos, que Zeus seccionó (“sex”) y convirtió en mortales. Porque lo que propone Gabriel Femopase es recuperar mitos y explorar el origen de las palabras, para derribar de una forma lúdica esos muros que nos reprimen. “Nos quitaron las palabras, y así nos dominaron”. Porque el sexo empieza por las palabras. Palabras bien entendidas.
Entonces� “hay tantos sexos distintos como biografías hay en el mundo. No se reduce a algo que se utiliza para tener hijos. Nos perdemos de su riqueza”. En esta danza entre sexo y lingüística, define que “sexistimos”.
El griego Eros
Erotismo viene del dios griego Eros. Es buscarnos uno a otro. Es el deseo. Eros, deseo, amor. El amor es una amistad, y “las mayores conquistas humanas han sido la amistad y el deseo”. No hay amor que no sea erótico. Aclara que amor no es posesión, la cual mata el deseo. Hay que entender que somos mortales, finitos, cambiantes. En esta búsqueda deseosa y en este hacernos, nos compartimos con otros, “por eso somos compartibles y no compatibles”. La compatibilidad tan vendida es una quimera, hay que entender que cambiamos. “Después de que una relación acaba, cabe preguntarse que queda del otro en mí y viceversa”. No pone a una ruptura como un fracaso, lo preocupante es vivir sin amar.
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Una educación erótica
En la UCC tuvo su formación primigenia como médico, y hoy vuelve a esa institución para compartir con los estudiantes su visión. Su pasión por la educación es palpable.
Sobre los jóvenes de hoy, declara que no teme por ellos, que tienen una mayor capacidad de vivir un sexo pleno que la que tuvieron quienes los educaron. “Me preocupan los de 50, 60, 70. En general pasaron la vida sin saber qué es el sexo y cada vez tienen menos oportunidades de conocer un sexo empático, solidario”. Toda una generación que ha vivido bajo un concepto represor del sexo: por considerarlo un pecado, un delito, o ligarlo sólo a enfermedad.
Resalta la importancia de unos padres que se amen y se deseen para formar niños felices y seguros. La familia “debe proteger al erotismo” y así puede construirse sana y fuerte. Por otro lado, la medicina ha descubierto que alguien con una vida plena tiene un sistema inmunológico más competitivo. Y el desafío actual es una formación personal y unas políticas de salud pública que tiendan puentes con el erotismo. Una educación basada en la ética.
No hay salud sin erotismo. Por eso hace un llamado a conocernos, a “echar luz sobre el erotismo, que huela a pasto recién cortado, que sea primaveral, un erotismo solar.”
Source: http://coterranea.com/web/arrojar-luz-sobre-el-erotismo/

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